Daniel, Sergio y Juan combatieron en la guerra; son ex combatientes de
Malvinas, de ese hito que dejo huellas en todos nosotros y, en ellos, marcas más
que ondas. Es desde allí que es posible comprender el valor que el sentimiento
por la Patria
tiene en ellos y en sus familias, hecho carne a fuerza de vivir el dolor. Algo
sobre ello nos cuentan en esta entrevista.
Tanto se ha dicho, se dice y se dirá sobre la guerra…sin embargo, las voces de los ex combatientes han sido mucho tiempo relegadas: se ha dicho por ellos. Por eso decidimos, reconociendo las diferencias que podamos tener en cuanto a visiones políticas e ideológicas, visitarlos y conocer sus experiencias pasadas y presentes. Su lucha en Malvinas y su pelea, hoy, por organizarse. En este sentido relatan la importancia de sostener los Centros de ex combatientes y los vínculos positivos y negativos con diferentes actores del escenario político.
INSTRUCCIÓN BÁSICA PARA UN SERVICIO INCONDICIONAL
Muchas Nueces: -Antes que nada, les pedimos que se presenten.
Daniel Oscar Caraballo: -Fui soldado del regimiento 12 de Infantería de Mercedes, Corrientes, y presté servicio para el Regimiento en Puerto Darwin.
Sergio Busemi: -También del regimiento 12 de Infantería y la compañía nuestra fue desperdigada en Puerto Argentino, Bahía San Carlos y en Puerto Darwin que fue donde entramos en combate.
Juan Roblero: -Soy conscripto de la Marina, estuve en un barco, estuvimos en la toma del 2 de abril, haciendo apoyo a las tropas que desembarcaban y también participé del rescate del Belgrano.
MN: -¿Cuántos años tenían cuando los citan? ¿Qué preparación tenían? ¿Qué sabían del conflicto?
Juan: -Yo tenía 20 años, como la mayoría de ellos. La preparación militar era la suficiente para hacer el servicio militar, te daban una instrucción breve de disciplina, un poco de conocimientos de armas, muy por arriba en mi caso, pero no es en todos los casos igual. El uso de armas en un barco no es tan común. En un barco son 200 personas que trabajan para que funcionen 6 cañones, 2 misiles, 2 ametralladoras. Todo lo que tiene que ver con armas submarinas, torpedos, son un conjunto de cosas y nosotros, las tropas del barco, teníamos que hacer que funcione todo eso. En el momento del conflicto todos estábamos para servir, así que contentos. Yo particularmente tenía un conocimiento [del conflicto] porque en el 78 había tenido una clase con una profesora en el colegio Nacional sobre Malvinas y los territorios [australes], que había que rescatarlos antes que se cumplieran 150 años para no cumplir un plazo jurídico internacional. Yo sabía que geográficamente estaba dentro de la plataforma submarina. Cuando invadieron las islas los ingleses, teníamos gobernador. Teníamos un gobernador en la isla, así que no es que ellos fueron a habitar la isla cuando no había nadie, no, había un gobernador y antes hubo un gobernador español. Ese es el conocimiento mío.
Sergio: -Yo en realidad no tenía mucho conocimiento de la isla, o sea, sabía ubicarlas y sabía que geográficamente nos pertenecían, por el virreinato y todo eso, pero más allá de eso, desconocía. Yo tenía 19 años, estaba haciendo el servicio militar en compañía de Infantería en sección de apoyo. Y la preparación eran las instrucciones básicas. Hacíamos trabajo de terreno y después de instrucción, y cuando nos llevaron a la última incursión en Monte Caseros, ahí tuvimos la oportunidad de tirar con municiones de guerra y con cañón, yo manejaba un cañón 105. Crudos, crudos no fuimos a la guerra, pero no sabíamos, por ahí yo escucho que dicen: “no tenían instrucción” y… era lo que había. A nosotros nos instruyeron con los manuales de la segunda guerra mundial y la guerra de Corea, no teníamos una formación militar, o no había en el país formación militar que estuviera adecuada a las guerras. Esa fue la instrucción que yo tuve.
Daniel: -Yo también tenía 19 años, y la instrucción básica de cualquier persona cuando hacía el servicio militar en esa época. Y de Malvinas muy poco y nada. Sabía que eran argentinas, sabía que estaban los ingleses, pero no sabía cómo era la cuestión de por qué estaban los ingleses si eran argentinas. Y creo que aprendí cuando volví de la guerra más que estando allá. Sabía que estábamos defendiendo nuestro territorio, pero la parte legal/histórica de eso me enteré después, cuando vinimos.
EUFORIA Y CONCIENCIA
MN: -Cuando los citan, ¿qué sintieron?
Juan: -Yo me enteré que habíamos tomado Malvinas a las 6 de la tarde del 2 de abril, dijeron por el difusor que a las 5 de la mañana habíamos recuperado Las Malvinas. Y una algarabía bárbara. Después empezamos a sumar 2 más 2 y… Contra los ingleses, que son piratas y la flota naval más grande del mundo… Uno tiene su orgullo pero no éramos totalmente bobos, tuvimos un instante de conciencia. Tal es así que, después de la toma, nosotros volvimos al puerto, como que no iba a ser nada, un tema diplomático y nada más. Cuando yo estaba en Puerto Belgrano y ya habíamos vuelto y estaban los alistamientos de los barcos que se venían, que cargaban cerveza nomás los ingleses, yo tome conciencia y bueno, escribí cartas despidiéndome de toda mi familia, se las mandé todas a mi hermano.
Sergio: -Yo estaba acá, estaba de licencia, yo vivía acá en María Selva y me entero por las radios locales que decían que teníamos que presentarnos en nuestra unidad, así que me vine al distrito militar que está frente al Cullen y pedí un pasaje, porque a nosotros los soldados nos daban un pasaje que se llamaba PPS que era para viajar en tren. De Santa Fe hasta Mercedes no había, así que hablé con mi viejo -mi viejo tenía muchos amigos porque trabajó en el transporte- y me consiguió un pasaje en la línea ETAR que llegaba hasta Paso de los Libres, cruzaba Mercedes. Así que me presenté el 5 de abril, ahí hicimos puerta hasta que el día 13 viene un tren hasta Paraná. En Paraná llegamos a la base aérea, hicimos noche ahí y al otro día abordamos unos Boeing de Aerolíneas Argentinas, unos Boeing 707 sin asientos, íbamos arriba de nuestros propios bolsos rumbo al sur, no sabíamos adónde íbamos.
Daniel: -Yo me enteré por la radio que llamaban a la clase, yo había salido de baja el 19 de diciembre del 81 o sea que llevaba 4 meses de pelo largo, haciendo mi vida, trabajando, tenía un trabajo efectivo en la cristalería. Fue un día que coincidía, no sé si con semana santa, no me acuerdo bien, sé que estaba pescando con mi familia y escuchábamos la radio y llamaban a la clase 62 del distrito militar Santa Fe, y yo por esas cosas no entendí lo del distrito militar Santa Fe, yo esperaba que dijeran los soldados del regimiento 12 de Mercedes, Corrientes. Entonces contra la voluntad de mis padres me fui al distrito militar a preguntar y me dicen: “tenés que presentarte”. Entonces me fui hasta donde estaban mis padres, contra su voluntad me despedí de ellos y me presenté. Directamente me fui a la terminal, yo tenía trabajo así que tenía plata, tomé el cole que va a Curuzú Cuatiá y de ahí me tomé un tren hasta Paso de los Libres y llegué el día 12 de Abril, y el 13 a Paraná y de Paraná en Boeing a Comodoro Rivadavia.
MN: -¿Qué pensaban de lo que estaban haciendo?
Daniel: -Hasta ahí mucha euforia, nos contagiamos de la euforia que los mismos mandos militares le ponían a sus subordinados. Euforia, cánticos, esa inyección de patriotismo y de adrenalina que te van metiendo, y llegó un momento en que queríamos comerlos crudos a los ingleses, queríamos que vengan para comerlos crudos, olvidándonos en realidad de quiénes estábamos hablando: de una potencia bélica histórica. Bueno, pero podía más la causa, el orgullo de estar ahí.
Sergio: -La convicción era muchísima, nosotros íbamos sabiendo que hacíamos el camino de los próceres, nos tocaba esa responsabilidad y además la responsabilidad efectiva de haber jurado la bandera y decir “bueno, yo tengo que ir a poner el pecho por mi país”. A todo esto, nosotros estábamos con esa euforia, estábamos cuidando pozos petroleros en Caleta Olivia. Llegamos en avión hasta Comodoro Rivadavia, de Comodoro algunos fuimos a otros lados, a mí me tocó Caleta Olivia, una escuela, y de ahí a cuidar pozos petroleros, salir a hacer patrullas, a cuidar la ciudad. El día 22 a la tardecita nos enteramos que cruzábamos el 23. El 23 a la mañana otra vez nos trajeron en colectivos, en camiones hasta el aeropuerto de Comodoro y había otro Boeing ahí y un Hércules.
Daniel: -Estábamos en una cancha de básquet, en una escuela, y nos dieron la última charla antes de volar a Malvinas, y yo tenía un sobre en la mano con una carta que les mandaba a mis padres el día que me fui, porque yo cuando me despedí no sabía bien claro qué iba a pasar, entonces para dejarlos tranquilos yo les dije: seguramente me van a retener el documento, como yo estaba de baja, y me van a largar. Camino al avión encontré un buzón, no me acuerdo si era azul, verde o rojo, yo vi un buzón y tiré la carta.
Sergio: -Yo le di a una portera cuando estábamos ahí, no tenía una moneda yo. “Señora ¿usted me podrá mandar esta carta?” Y eran gratis las cartas, pero si se la dabas a un sargento, te lo leía todo el mundo y te tachaban todo lo que ellos no querían. Bueno esa carta llegó y recibí contestación.
Daniel: -Yo personalmente no recibí ninguna carta. Mis padres se enteraron que estaba con vida el día 5 de julio que pisé la puerta de mi casa. A mí algo curioso que me pasó, es que yo hasta el momento en que nos dieron la orden de cese del fuego que fue un 28 de mayo creo yo -porque siempre estuve perdido con las fechas-, nunca entendí, fue un cese de fuego que nunca entendí.
Sergio: -Porque no todos se rindieron.
Daniel: -No todos se rindieron, nosotros no entendíamos, esperábamos las nuevas órdenes y seguir luchando.
Sergio: -Buscábamos balas, nos pedíamos balas.
Daniel: -Y pensaba siempre en qué orgullosos estarían mis padres de mí y eso me llevaba bien a mí, me mantenía con altura digamos. Por eso para mí, enterarme que nos habíamos rendido… Empecé a sentir que… A sentir vergüenza, pensaba que mis padres iban a sentir vergüenza, no sé, tuve esa sensación. Después la vida nos mostró otro tipo de cosas, pero yo pensaba eso y bueno, así fue.
EN MANOS BASTARDAS
MN: -¿Y ahora cómo lo ven?
Daniel: -Hoy lo veo como que se luchó por una causa justa.
Juan: -Nosotros decimos: una causa justa en manos bastardas, porque más allá de quién haya estado en el poder, si eran militares o un gobierno de facto, nosotros fuimos por Malvinas, fuimos a luchar porque eran nuestras. Esa es la base que tenemos todos y estamos convencidos de eso. Mas allá de que hayan mandado a un general que no se haya elegido democráticamente, no importa, Malvinas siempre fueron nuestras.
Daniel: -Hubo un tiempo en que estuvo muy difícil diferenciar un soldado combatiente conscripto de Malvinas que estaba muy lejos de un gobierno de facto, dictador, represivo, parecía que éramos lo mismo.
Sergio: -Hubo personas que se encargaron, fue el “período de desmalvinización” que nosotros le llamamos, del 83 al 89, que se encargaron de “desmalvinizar”. Yo estoy orgulloso de haber sido un soldado y de seguir siendo un soldado. No combato con armas pero sí combato con la palabra.
MN: -¿Te diferenciás de esos gobiernos?
Sergio: -Totalmente, porque a mí me costó muchísimo, es más, como él dijo, la vergüenza… Por ahí se sentía como una vergüenza decir que nosotros éramos veteranos, porque decir ex combatiente o veterano de guerra venía ligado, porque hubo personas que se encargaron de decir en la sociedad “puta, estos vagos estuvieron con los represores”. Nosotros no tuvimos nada que ver con la represión, eso nos costó mucho dejar en claro. Nosotros cargamos esa mochila durante muchísimos años hasta que decidimos salir a decir la verdad. Yo tengo muchas esperanzas de que recuperemos las Malvinas, porque el pueblo se merece esto. Más allá de lo que escuchemos o digan los ingleses. Sin ir más lejos, ayer u hoy, los ingleses salieron a decir que si tienen que apuntar misiles para acá… Pará!!! Si saben que nosotros no tenemos ni gomeras ¿quieren hacer otra demostración de fuerzas? Yo soy un convencido de que por esas formas no vamos a lograr nada, primero porque no tenemos fuerzas armadas, segundo porque es una cosa aberrante y es muy triste. Podés hablar con cualquiera de los muchachos y nos ha tocado tener que juntar nuestros propios compañeros. Los años que nos costó dormir, porque nos marcó la vida, por lo que dijimos al principio, por esa preparación tal vez sin ningún apoyo psicológico. Cuando nos dimos cuenta de que teníamos que salir a decir las cosas como eran, porque ya éramos padres también y no le podemos mentir a nuestros hijos, salimos a decir la verdad y por eso pudimos formar los centros y estar entre nosotros, tratar de unirnos, de estar siempre preparados para afrontar ese tipo de cosas.
“LOCOS DE LA GUERRA”
MN: -¿Cómo afrontaron la inserción laboral?
Sergio: -Las compañías del Estado, los entes del Estado, tenían como una obligación de tomarnos. Yo fui empleado, yo gracias a dios pude ser empleado de ENTel por unos amigos, porque a mí cuando me hicieron el examen psicológico, el encefalograma no me coincidía, pero bueno, era por la alteración del momento… Yo gracias a dios pude entrar a trabajar en ENTel, pero muchos compañeros no. Yo he ido a pedir trabajo a muchos lugares y cuando vos tenías que decir si habías hecho el servicio militar, decías que eras un ex combatiente, te daban, qué sé yo, dos chapitas bien finitas para soldar y vos las soldabas con una costura que era impecable y te decían: después te vamos a llamar… Olvídate.
Daniel: -Porque estaba bien instalado el tema del “loquito de la guerra”, entonces quien más absorbió fue el Estado, yo tuve la fortuna de entrar en la policía, ¡Oh, casualidad! yo ingresé y me jubilé sin examen psicológico, o sea que yo podría haber hecho cualquier cosa porque nunca me hicieron el examen psicológico… Pero yo trabajé 26 años en la policía y me jubilé.
Sergio: -Vos no te olvides que en el 75’ terminó la guerra de Vietnam y cualquier ex combatiente de Vietnam agarraba un fusil, porque es fácil, se subía al techo y mataba.
Daniel: -Se conocieron los primeros suicidios de veteranos, entonces eso también acrecentó la idea del loquito.
Sergio: -Si, tuvimos 400 suicidios, muchos.
MN: -¿Todos en una época determinada?
Sergio: -Fueron los primeros años y después se fueron sucediendo, no siempre. Nosotros tenemos la suerte de que acá en Santa Fe no se suicidó nadie, porque formamos centros en diferentes lugares y como que nos estamos conteniendo entre nosotros, o sea si él (Daniel) me ve mal, me va a decir, “che, Sergio vamos al médico”, “vamos a pescar”, “vamos a charlar un rato”.
MN: -¿En Santa Fe no hubo suicidios?
Daniel: -No, aparte los gobiernos de Santa Fe de a poquito siempre fueron dando un poco de contención. Una ley, otra, trabajo, vivienda. Nos está faltando un plan médico/psicológico, un centro psicológico especializado para nosotros. Nadie se prepara para atender veteranos.
MN: -Y nadie se prepara para ser veterano…
Daniel: -Y no. En ningún plan de salud hay asistencia psicológica para veteranos de guerra. Ni prepagas… En la ley sí está previsto pero ¿Cómo hacés? Hay que ir a capacitarse a un país que viva en guerra, como EEUU, a ver cómo tratan a sus veteranos, qué los contiene o cómo solucionar sus problemas, sus secuelas, sus traumas post-traumáticos.
Sergio: -Stress post-traumático. Yo me tuve que operar los dientes por eso, porque se me cariaban las raíces, se me caían. A mí me empezó a afectar después de los 40, ahí me empezó a afectar. Yo hasta los 43 años no tomaba una aspirina y a los 43 años se me reventó una vena del corazón, se me cortó y me hicieron una operación, me arreglaron el corazón y ahí empecé, al tiempo me agarró una peritonitis, me descubrieron diabetes, todo por exceso de stress.
MN: -¿Cuáles son las afecciones más comunes de los veteranos?
Daniel: -Por ejemplo ahora estoy experimentando unos síntomas en la pierna, que cuando me voy a dormir, no puedo dormir porque siento molestia, no es dolor, es molestia que no te deja dormir y te mantiene inquieto… Hace 3 o 4 años que lo tengo, no sabía qué era, y me enteré por Mario que en Rosario hay más gente con lo mismo: es el “pie de trinchera”.
Sergio: -a mí me pasó exactamente lo mismo.
Daniel: -Pie de trinchera, es la secuela que deja el frío. Yo tuve principio de congelamiento de pie, y bueno, primero un sargento, que no era enfermero ni médico, me dijo: “yo voy a hacer algo” y me hizo acostar en el piso, me levanto el pie y me empezó a friccionar los pies, me golpeaba con una varilla y me decía: “en el momento en que te duela, es porque te va a circular la sangre”, porque ahí no estábamos cerca del hospital ni de la enfermería. Estábamos en un pozo tirados en el medio de la nada, ese era nuestro lugar de combate, ahí estábamos. Bueno mis pies se recuperaron, empecé a sentir dolor y empezaron a tomar color. Y bueno, me mandó a la carpa todo el día, me dijo “tapáte, ponéte ropa seca”.
Sergio: -Claro, caía ese granizo, lluvia…
Daniel: -Fueron fácilmente 30 días con los pies mojados, fríos, no había medias secas, era muy difícil. Aparte, no era equipo para zona de frío, yo me imagino que los militares que trabajaban en los regimientos de montaña dentro del país, tenían el equipamiento para el frío. Nosotros llevamos lo que había, lo que era para combatir allá en Formosa lo llevamos para combatir en Malvinas. Era lo que había. Nosotros no preguntamos, no sabíamos, no entendíamos. Le dábamos para adelante nomás. Pero bueno, yo tengo ese problema que dicen que no tiene cura. Son secuelas que no están reconocidas, hoy me decían que no están reconocidas como incapacidad ni el insomnio, ni el pie de trinchera.
Sergio: -Yo tengo un zumbido y cuando logramos que nos atiendan porque bueno, hicimos una presentación, con el psiquiatra nos ponemos a hablar y me dice “vos no dormiste” y es cierto, yo no me acuerdo haber dormido en Malvinas, dormir dormí seguro, pero no me acuerdo, y yo tengo un zumbido pero ya estoy acostumbrado a vivir con él y me dice: “pero usted es músico”, “si”, le digo y me dice “pero ¿cómo, no le molesta para tocar?”, “no”, le digo, porque yo ya estoy tan acostumbrado, yo me acuesto y es como el arrorró, lo siento hasta que me duermo, me despierto y lo sigo escuchando. Y ningún médico me supo decir si se puede curar de alguna forma, no, imposible.
CONTINUAR EN COMBATE
MN: -Desmalvinización en los 80’ y ¿los 90’?
Juan: -En el 90, por iniciativa de un diputado Radical se empezó a tratar sobre una pensión de guerra, que empezamos a recibir más o menos a fines del año 90. A partir de ahí, empezamos una “contra-desmalvinización”, o sea, a decir la verdad públicamente, así como se luchó con valor y garras y todo, también está la otra parte. Nosotros en el 83, 84, 85 pedíamos una contención, una obra social y hacíamos manifestaciones y nos reprimían, nos decían que éramos carapintadas. Después cuando estaba otro gobierno, nos decían que éramos comunistas, siempre nos metían en la bolsa y nos daban de todos lados y tuvimos que revertirlo con la organización, con los centros de ex combatientes, federaciones. Todas organizaciones para movilizarnos y luchar por nuestros derechos, por haber sido combatientes y por ser portadores de la historia. Porque nosotros estuvimos ahí y podemos atestiguar sobre lo que sucedió.
Daniel: -Fueron hasta reprimidos por la policía federal en Plaza de Mayo los veteranos de guerra.
Juan: -Si, nos cagaron a palazos. En el 84 y 85 nos cagaron a palazos, nos tiraban gas vomitivo en Av. De Mayo y 9 de Julio y cuando estábamos tirados en el piso nos mataban a palazos. Y después, cuando estaba De la Rúa, antes que se vaya, tiramos las vallas porque estábamos pidiendo que el 2 de abril sea el día del veterano, tiramos las vallas, éramos 1200.
Sergio: -Fuimos bien, primero, cuando ellos nos empezaron a atacar, nosotros tiramos las vallas.
Juan: -Pero bueno fue una conquista que de ultima se logró, el 2 de abril lo logramos aquella vez, que fue una de las luchas porque siempre se relacionó a Malvinas con el 10 de Junio que es el día de la reafirmación de los derechos, eso es una boludez para nosotros. Para nosotros la fecha, el día, es el 2.
Sergio: -A nosotros, en el 95/96, los medios nos empezaron a abrir las puertas. La tele, los diarios, las radios, las FM, nos invitaban a que vayamos a exponer, a hablar, o sea...
Juan: -Dentro de todo el reconocimiento de la gente siempre estuvo, amén de lo que hayan sido los políticos, los gobiernos, la gente siempre nos recibió como vencedores.
Daniel: -Hoy está instalado el tema, va llegando el 2 de abril y hay programaciones en la televisión pública y canales privados en relación a Malvinas, películas, cortos. El tema está instalado y las cosas cambiaron, aparte se escucha muy seguido en el discurso de la presidenta afuera, o el canciller, adonde van y escuchar a los presidentes de Latinoamérica que apoyan el derecho de los argentinos sobre Malvinas. Todo eso antes no se escuchaba.
Sergio: -Pasa una cosa, a partir de Malvinas hubo un quiebre en Latinoamérica, Malvinas fue un puntapié inicial para que todos los países que estaban bajo dictaduras comiencen a recuperar las democracias. No sé si para bien o para mal, no me interesa, pero yo considero que es la única forma, porque vos tenés que ser libre para poder vivir, expresarte, tenés que ser libre. Eso es lo que se logró a partir de Malvinas. Vos fijate por ejemplo Chile, que fue quien nos jugó en contra mal a nosotros, al año y medio-dos recuperaron la democracia, Uruguay, fueron países que fueron recuperando la democracia a partir de esta gesta. Argentina siempre está metida en la historia de Latinoamérica por diferentes razones y voy a nombrar dos: San Martin y El Che. Argentina siempre estuvo metida, tratando de hacer una buena Latinoamérica.
MN: -¿Cómo vivieron el proceso de venta del país?
Sergio: -Yo lo sufrí en carne propia porque para mí Entel no fue sólo un trabajo, ENTel me mostró una familia que te enseñaba a trabajar, te enseñaba a compartir, te enseñaba a manejarte dentro de la camaradería, y cuando se vende Entel yo sufrí muchísimo. Amigos míos que trabajaban en otras empresas como YPF, cuando cierran la junta general de granos, mi papá era empleado y cierran el puerto. A mí eso me afectó mucho porque quedaron muchísimos muchachos sin trabajo, porque había algunos que tenían más de 50 años y no podían subir postes y los que podíamos, los llevábamos con nosotros y hacíamos cuadrilla pero para la empresa privada no se justificaba que a mí me den para arreglar un teléfono y vayan 2 personas, porque podía hacerlo solo, y les daban el retiro voluntario y así se fue degradando y perdiendo también la cultura del trabajo. Y gracias a todas esas ventas de las empresas ENTel, YPF, los ferrocarriles, acá hay muchachos que eran empleados del ferrocarril.
MN: - Ustedes fueron a defender la soberanía del país…
Sergio: -¡Claro!, porque soberanía muchos creen que es el límite territorial, ¡No!, la soberanía es el trabajo, la educación, que el padre o la madre festejen la dignidad de decir: “esto que está servido en la mesa es fruto de nuestro esfuerzo”. Eso es lo que se fue perdiendo en el país.
Daniel: -Mi padre se quitó la vida por no tener trabajo en el 2004, a los 67 años creía que era un hombre inútil, por no conseguir y él quería trabajar. Se sintió un inútil por tener que andar haciendo gestiones para conseguir una pensión.
Sergio: -Es difícil el tema, yo lo vengo diciendo hace mucho tiempo, a nosotros nos defenestraron. Fíjate que la mayoría de los lugares donde los chicos van a jugar que hoy se llaman peloteros, fueron talleres que producían para el país.
Daniel: -Estamos adentro de un espacio que perteneció al ferrocarril. La Redonda era un taller de locomotoras.
Sergio: -Acá en Santa Fe se armaban los trenes para todo el país.
MN: - ¿Qué piensan de la idea de soberanía con respecto a lo que pasó con la Fragata Libertad y la AMIA?
Sergio: -La Fragata y los demás buques son parte del desmembramiento de las fuerzas, así como todos los regimientos, el servicio militar también. El servicio militar servía pero no servía, había cosas que eran muy importantes, tal vez algunas personas no sabían cómo dirigirlas, pero el servicio militar servía. Yo más allá de Malvinas, del soldado Carrasco, mas allá de muchas cosas, vos hablás con personas más grandes que nosotros…
Daniel: -Si hoy hacés una encuesta yo creo que más del 50% pide que vuelva el servicio militar.
Sergio: -Sacar el servicio militar fue una propuesta política de los 90. Yo no estudiaba, yo con el ejército aprendí muchas cosas, aprendí a andar, aprendí a cuidarme, aprendí a valorar el pedacito de pan, aprendí a saber de dónde salen las cosas. Antes no era nada, es decir, yo sabía de dónde salía porque yo laburaba, pero no sabía cómo era cuidarla por ese lado. El caso de la AMIA también fue un problema político y de personas puntuales.
MN: -¿Qué piensan de que se juzgue afuera?
Sergio: -No, fue acá y hay que juzgarlos acá. Vos hiciste problema en tu casa, te la tenés que aguantar en tu casa. No, porque yo te voy a juzgar en otro lado donde seguramente vos tenés un amigo que te va a decir esto o hace esto.
Daniel: -Se debería hacer justicia aquí. Ustedes me nombran AMIA pero yo podría nombrarles AMIA, EMBAJADA, FABRICA MILITAR DE RIO TERCERO. Y un montón de cosas más. CROMAÑÓN, LA TABLADA.
Sergio: -Vos decís la TABLADA, los carapintadas, yo no los defiendo pero los tipos tenían un ideal súper marcado. ¿Me entendés? Todos lo que estaban en contra de que no se defenestre al ejército están presos, se tuvieron que ir de las fuerzas. Fue lo mismo que me pasó a mí, yo trabajaba en Telecom pero cuando Telecom me pudo pegar, me pegó, porque yo nunca estuve de acuerdo con que se regalara la empresa, nunca jamás. Siempre con la verdad, así crío a mis hijas, porque el hombre subyugado no merece vivir, el pecho a la adversidad.
Daniel: -El Coronel Seineldin, un verdadero hombre, humillado, maltratado y siguió y murió con su pensamiento, nacionalista, apartidario, argentino.
MN: -¿Qué consideran que nunca se tuvo en cuenta en la agenda política y que incluirían?
Sergio: -Lo que nosotros tenemos como anhelo es que se trabaje más en el asunto, nosotros apuntamos en la parte política, nosotros apuntamos mucho a lo que nos podría llegar a ayudar de Europa o Estados Unidos, y no nos damos cuenta por ejemplo que China es uno de los países que más nos ayuda y más nos apoya en el tema de la soberanía sobre las islas. Eso muy poca gente lo sabe, China está siempre a favor de nosotros, es más, ha presentado proyectos y todo. Y bueno, eso sería una de las tantas cosas, y lo demás que se instaure en la educación de todo lo que es Malvinas, que se hable de todo lo que es la isla en sí, con toda su riqueza, que no se hable solamente lo que fue el conflicto, de lo que se quiere hacer, no, no, que se hable de la riqueza, de por qué nosotros deberíamos poner un poco más de énfasis a la negociación. En cualquier momento ellos vienen por más, o sea, Estados Unidos ya se nos metió en la triple frontera, justamente hicieron una base en el medio del acuífero Guaraní, ellos vienen por nuestra agua. El agua que nosotros tenemos, dentro de unos años va a ser el petróleo de hoy, va a haber guerras por el agua. Ellos se encargaron de fumarse el mundo durante 50-60 años, como ya no tienen riquezas, no tienen más tierras buenas, por eso vienen a destruir nuestras tierras con la soja y bueno, se van a quedar con nuestra agua también. Los imperios nunca fueron buenos, pueden durar toda una vida pero… Hacen desastres. Latinoamérica nunca estuvo en contra, el único problema que nosotros siempre tuvimos fue Chile y en algún momento Paraguay también, pero Latinoamérica casi toda siempre nos apoyó, casi siempre nos ayudó. Lo que fue Perú y Uruguay nos ayudaron muchísimo, durante la guerra y luego.
DECIR PRESENTE
MN: -¿Cuándo empezaron con el Centro?
Sergio: -Nosotros empezamos en el 84.
MN: -En el periodo de “desmalvinización” que nos contaban…
Sergio: -Exacto. Nos empezamos a juntar de a poco, a ver cómo estaba uno, qué hacía el otro, en qué trabajábamos, a ver las necesidades que teníamos. Y de ahí fuimos evolucionando: primero éramos 4 o 5, después éramos 3, después éramos 10, después éramos 4 y se fue armando, hasta que se formó el centro que tenemos hoy. Llevó muchos años, de conocernos entre nosotros, de poder formarnos porque todos teníamos nuestra idea, por ejemplo, el centro nuestro también tiene como socios a suboficiales, no es sólo de soldados conscriptos, todos somos veteranos, todos estuvimos en distintas posiciones pero todos veteranos, no hay ninguno infiltrado, no hay nadie que no haya estado en el conflicto. Pero si nosotros tomamos como socios a oficiales y suboficiales que en otras provincias no los toman, nosotros logramos saber que también fueron seres humanos y hombres jóvenes algunos en el momento de que tenían que ir a cumplir con su deber.
MN: - Ellos a diferencia de ustedes siguieron la carrera militar.
Sergio: -Claro, pero se retiraron al poco tiempo, la mayoría al tiempo se retiró, o sea, llegaron a ciertos cargos, algunos llegaron al cargo de principal o suboficial mayor y se retiraron, otros llegaron al cargo de capitán y se retiraron.
MN: -El cambio que tuvo el centro es increíble, en estos últimos años avanzaron mucho.
Sergio: -Lo que pasa es que ya nos agarró organizados. Tuvimos la suerte de acceder a un sueldo y decidimos en una soberana reunión de decir bueno, este dinero lo destinamos al centro y gracias a dios nuestro tesorero siempre tuvo una muy buena visión de cómo repartir el dinero y con una rifa también se recaudó.
MN: -¿Se manejan por asamblea?
Sergio: -siempre siempre.
MN: -¿El lugar cómo lo consiguieron?
Sergio: -Ese lugar nos lo dio un intendente, Álvarez de apellido. Nosotros habíamos estado trabajando en todas las inundaciones y habíamos estado trabajando en la zona de Cayastá, toda la zona de la costa y bueno, este hombre vio que nosotros estábamos bien organizados y siempre le estábamos diciendo que necesitábamos un lugar. Esos lugares estaban todos usurpados por gente que estaba viviendo ahí y eran galpones del ferrocarril. Nos dijo: “muchachos vengan que les vamos a mostrar algo”. Nos mostraron eso y vimos, era una desgracia, un desastre como estaba eso, todo destruido, “¿Quieren agarrarlo?” Nos miramos y nos dijo: “acá hay que laburar, ¡eh!” Y bueno, listo. Así que agarramos, nos dieron un comodato y empezamos. Para decirte, se llegaron a sacar de entrada nomás 5 contenedores de mugre… Está en comodato, es nuestro. En realidad estamos viendo porque eso es del estado Nacional y se está negociando. Está avalado por la nación, todo, está firmado por la gente del ferro. Está legal, legal. Nosotros lo tenemos en comodato ya de por vida. Llamamos a un arquitecto, porque no podés salirte de lo que ya está armado. Así que todo lo que nosotros hicimos, la fachada le hicimos lo mismo y otro lo trabajamos de adentro como decía la norma, con el tipo de ladrillo, que nos salió carísimo, porque no es un ladrillo normal. Ahora estamos armando para el salón nuestro ponerle piso, poner aires.
MN: -Eso lo fueron arreglando ustedes.
Sergio: -Todo con plata nuestra. La plazoleta esa que es nuestra, cuando la hicimos en ese momento nos salió treinta mil pesos y ahí tenés, casi toda la mano de obra es nuestra, todas las luces que ves las hice yo. Me acuerdo que estaba de intendente Barletta y vino cuando inauguramos la plazoleta porque habíamos colgado el avión y todo eso, todo eso es nuestro también, el avión lo fuimos a buscar nosotros también, nosotros le pagamos al camión, nosotros le pagamos al chofer. Lo único que nos ayudaron muchísimo fueron los muchachos de la EPE que nos prestaron las grúas para poder subir el avión, la verdad que se portaron bárbaro. Pero después todos los hierros están soldados por nosotros, todo dirigido por un arquitecto que también lo pagamos nosotros. En ese momento Barletta dijo que iba a hacer no se qué cosa, la cuestión es que se nos venía el momento y nos juntamos una noche y dijimos, tenemos que llamar al trompo que nos tire el hormigón que necesitamos porque, si no, si seguimos esperando, nos va a agarrar la noche, así que así fue. Y eso la verdad, me parece que nunca nos dio la plata que nos tenía que pagar de los trompos de hormigón que... no es nada. La idea nuestra era rendirle homenaje a nuestros caídos y no escatimamos en gastos, o sea, era una cuestión de honor.
MN: -¿Hacen actividades dentro del centro para afuera, o el lugar se usa sólo como centro?
Sergio: -Nosotros lo usamos como centro, estamos haciendo un museo, hay actividades por ejemplo para la tercera edad, tenemos talleres para la gente del PAMI, tenemos escuela de arquería, de futbol 5, vóley, se usa.
MN: -¿Es como una cooperadora o sólo lo sostienen los veteranos?
Sergio: -No, porque nosotros no es que subalquilamos, les damos el lugar a la persona, le cobramos algo para la luz, para el muchacho que hace el mantenimiento y nada más, la idea nuestra es que tenga vida el centro y que la gente nos conozca, que venga. Nosotros tratamos de abrirnos a la sociedad y que puedan ocupar y usufructuar esto porque es un lugar muy amplio y muy bien cuidado, la verdad, el centro está muy bien cuidado.
MN: -¿Tienen alguna forma en especial de vincularse con la sociedad para contar su historia?
Sergio: -Somos un grupo de muchachos que siempre salimos a dar charlas a las escuelas, y lo que yo te decía hoy, que nosotros queremos que se den charlas durante todo el año, que no sea sólo el 2 de abril. Nosotros no somos docentes ni somos políticos, pero sí somos quienes les vamos a contar la verdad, eso es el quid de la cuestión. Nosotros somos quienes les vamos a decir qué es realmente lo que pasó. Que los chicos no se críen como se criaron otros chicos en la nebulosa, sin saber realmente qué pasó. Una de las ideas nuestras es esa. Viene a ser una militancia que tenemos los veteranos en nuestro centro.Haz clic aquí para modificar.
Tanto se ha dicho, se dice y se dirá sobre la guerra…sin embargo, las voces de los ex combatientes han sido mucho tiempo relegadas: se ha dicho por ellos. Por eso decidimos, reconociendo las diferencias que podamos tener en cuanto a visiones políticas e ideológicas, visitarlos y conocer sus experiencias pasadas y presentes. Su lucha en Malvinas y su pelea, hoy, por organizarse. En este sentido relatan la importancia de sostener los Centros de ex combatientes y los vínculos positivos y negativos con diferentes actores del escenario político.
INSTRUCCIÓN BÁSICA PARA UN SERVICIO INCONDICIONAL
Muchas Nueces: -Antes que nada, les pedimos que se presenten.
Daniel Oscar Caraballo: -Fui soldado del regimiento 12 de Infantería de Mercedes, Corrientes, y presté servicio para el Regimiento en Puerto Darwin.
Sergio Busemi: -También del regimiento 12 de Infantería y la compañía nuestra fue desperdigada en Puerto Argentino, Bahía San Carlos y en Puerto Darwin que fue donde entramos en combate.
Juan Roblero: -Soy conscripto de la Marina, estuve en un barco, estuvimos en la toma del 2 de abril, haciendo apoyo a las tropas que desembarcaban y también participé del rescate del Belgrano.
MN: -¿Cuántos años tenían cuando los citan? ¿Qué preparación tenían? ¿Qué sabían del conflicto?
Juan: -Yo tenía 20 años, como la mayoría de ellos. La preparación militar era la suficiente para hacer el servicio militar, te daban una instrucción breve de disciplina, un poco de conocimientos de armas, muy por arriba en mi caso, pero no es en todos los casos igual. El uso de armas en un barco no es tan común. En un barco son 200 personas que trabajan para que funcionen 6 cañones, 2 misiles, 2 ametralladoras. Todo lo que tiene que ver con armas submarinas, torpedos, son un conjunto de cosas y nosotros, las tropas del barco, teníamos que hacer que funcione todo eso. En el momento del conflicto todos estábamos para servir, así que contentos. Yo particularmente tenía un conocimiento [del conflicto] porque en el 78 había tenido una clase con una profesora en el colegio Nacional sobre Malvinas y los territorios [australes], que había que rescatarlos antes que se cumplieran 150 años para no cumplir un plazo jurídico internacional. Yo sabía que geográficamente estaba dentro de la plataforma submarina. Cuando invadieron las islas los ingleses, teníamos gobernador. Teníamos un gobernador en la isla, así que no es que ellos fueron a habitar la isla cuando no había nadie, no, había un gobernador y antes hubo un gobernador español. Ese es el conocimiento mío.
Sergio: -Yo en realidad no tenía mucho conocimiento de la isla, o sea, sabía ubicarlas y sabía que geográficamente nos pertenecían, por el virreinato y todo eso, pero más allá de eso, desconocía. Yo tenía 19 años, estaba haciendo el servicio militar en compañía de Infantería en sección de apoyo. Y la preparación eran las instrucciones básicas. Hacíamos trabajo de terreno y después de instrucción, y cuando nos llevaron a la última incursión en Monte Caseros, ahí tuvimos la oportunidad de tirar con municiones de guerra y con cañón, yo manejaba un cañón 105. Crudos, crudos no fuimos a la guerra, pero no sabíamos, por ahí yo escucho que dicen: “no tenían instrucción” y… era lo que había. A nosotros nos instruyeron con los manuales de la segunda guerra mundial y la guerra de Corea, no teníamos una formación militar, o no había en el país formación militar que estuviera adecuada a las guerras. Esa fue la instrucción que yo tuve.
Daniel: -Yo también tenía 19 años, y la instrucción básica de cualquier persona cuando hacía el servicio militar en esa época. Y de Malvinas muy poco y nada. Sabía que eran argentinas, sabía que estaban los ingleses, pero no sabía cómo era la cuestión de por qué estaban los ingleses si eran argentinas. Y creo que aprendí cuando volví de la guerra más que estando allá. Sabía que estábamos defendiendo nuestro territorio, pero la parte legal/histórica de eso me enteré después, cuando vinimos.
EUFORIA Y CONCIENCIA
MN: -Cuando los citan, ¿qué sintieron?
Juan: -Yo me enteré que habíamos tomado Malvinas a las 6 de la tarde del 2 de abril, dijeron por el difusor que a las 5 de la mañana habíamos recuperado Las Malvinas. Y una algarabía bárbara. Después empezamos a sumar 2 más 2 y… Contra los ingleses, que son piratas y la flota naval más grande del mundo… Uno tiene su orgullo pero no éramos totalmente bobos, tuvimos un instante de conciencia. Tal es así que, después de la toma, nosotros volvimos al puerto, como que no iba a ser nada, un tema diplomático y nada más. Cuando yo estaba en Puerto Belgrano y ya habíamos vuelto y estaban los alistamientos de los barcos que se venían, que cargaban cerveza nomás los ingleses, yo tome conciencia y bueno, escribí cartas despidiéndome de toda mi familia, se las mandé todas a mi hermano.
Sergio: -Yo estaba acá, estaba de licencia, yo vivía acá en María Selva y me entero por las radios locales que decían que teníamos que presentarnos en nuestra unidad, así que me vine al distrito militar que está frente al Cullen y pedí un pasaje, porque a nosotros los soldados nos daban un pasaje que se llamaba PPS que era para viajar en tren. De Santa Fe hasta Mercedes no había, así que hablé con mi viejo -mi viejo tenía muchos amigos porque trabajó en el transporte- y me consiguió un pasaje en la línea ETAR que llegaba hasta Paso de los Libres, cruzaba Mercedes. Así que me presenté el 5 de abril, ahí hicimos puerta hasta que el día 13 viene un tren hasta Paraná. En Paraná llegamos a la base aérea, hicimos noche ahí y al otro día abordamos unos Boeing de Aerolíneas Argentinas, unos Boeing 707 sin asientos, íbamos arriba de nuestros propios bolsos rumbo al sur, no sabíamos adónde íbamos.
Daniel: -Yo me enteré por la radio que llamaban a la clase, yo había salido de baja el 19 de diciembre del 81 o sea que llevaba 4 meses de pelo largo, haciendo mi vida, trabajando, tenía un trabajo efectivo en la cristalería. Fue un día que coincidía, no sé si con semana santa, no me acuerdo bien, sé que estaba pescando con mi familia y escuchábamos la radio y llamaban a la clase 62 del distrito militar Santa Fe, y yo por esas cosas no entendí lo del distrito militar Santa Fe, yo esperaba que dijeran los soldados del regimiento 12 de Mercedes, Corrientes. Entonces contra la voluntad de mis padres me fui al distrito militar a preguntar y me dicen: “tenés que presentarte”. Entonces me fui hasta donde estaban mis padres, contra su voluntad me despedí de ellos y me presenté. Directamente me fui a la terminal, yo tenía trabajo así que tenía plata, tomé el cole que va a Curuzú Cuatiá y de ahí me tomé un tren hasta Paso de los Libres y llegué el día 12 de Abril, y el 13 a Paraná y de Paraná en Boeing a Comodoro Rivadavia.
MN: -¿Qué pensaban de lo que estaban haciendo?
Daniel: -Hasta ahí mucha euforia, nos contagiamos de la euforia que los mismos mandos militares le ponían a sus subordinados. Euforia, cánticos, esa inyección de patriotismo y de adrenalina que te van metiendo, y llegó un momento en que queríamos comerlos crudos a los ingleses, queríamos que vengan para comerlos crudos, olvidándonos en realidad de quiénes estábamos hablando: de una potencia bélica histórica. Bueno, pero podía más la causa, el orgullo de estar ahí.
Sergio: -La convicción era muchísima, nosotros íbamos sabiendo que hacíamos el camino de los próceres, nos tocaba esa responsabilidad y además la responsabilidad efectiva de haber jurado la bandera y decir “bueno, yo tengo que ir a poner el pecho por mi país”. A todo esto, nosotros estábamos con esa euforia, estábamos cuidando pozos petroleros en Caleta Olivia. Llegamos en avión hasta Comodoro Rivadavia, de Comodoro algunos fuimos a otros lados, a mí me tocó Caleta Olivia, una escuela, y de ahí a cuidar pozos petroleros, salir a hacer patrullas, a cuidar la ciudad. El día 22 a la tardecita nos enteramos que cruzábamos el 23. El 23 a la mañana otra vez nos trajeron en colectivos, en camiones hasta el aeropuerto de Comodoro y había otro Boeing ahí y un Hércules.
Daniel: -Estábamos en una cancha de básquet, en una escuela, y nos dieron la última charla antes de volar a Malvinas, y yo tenía un sobre en la mano con una carta que les mandaba a mis padres el día que me fui, porque yo cuando me despedí no sabía bien claro qué iba a pasar, entonces para dejarlos tranquilos yo les dije: seguramente me van a retener el documento, como yo estaba de baja, y me van a largar. Camino al avión encontré un buzón, no me acuerdo si era azul, verde o rojo, yo vi un buzón y tiré la carta.
Sergio: -Yo le di a una portera cuando estábamos ahí, no tenía una moneda yo. “Señora ¿usted me podrá mandar esta carta?” Y eran gratis las cartas, pero si se la dabas a un sargento, te lo leía todo el mundo y te tachaban todo lo que ellos no querían. Bueno esa carta llegó y recibí contestación.
Daniel: -Yo personalmente no recibí ninguna carta. Mis padres se enteraron que estaba con vida el día 5 de julio que pisé la puerta de mi casa. A mí algo curioso que me pasó, es que yo hasta el momento en que nos dieron la orden de cese del fuego que fue un 28 de mayo creo yo -porque siempre estuve perdido con las fechas-, nunca entendí, fue un cese de fuego que nunca entendí.
Sergio: -Porque no todos se rindieron.
Daniel: -No todos se rindieron, nosotros no entendíamos, esperábamos las nuevas órdenes y seguir luchando.
Sergio: -Buscábamos balas, nos pedíamos balas.
Daniel: -Y pensaba siempre en qué orgullosos estarían mis padres de mí y eso me llevaba bien a mí, me mantenía con altura digamos. Por eso para mí, enterarme que nos habíamos rendido… Empecé a sentir que… A sentir vergüenza, pensaba que mis padres iban a sentir vergüenza, no sé, tuve esa sensación. Después la vida nos mostró otro tipo de cosas, pero yo pensaba eso y bueno, así fue.
EN MANOS BASTARDAS
MN: -¿Y ahora cómo lo ven?
Daniel: -Hoy lo veo como que se luchó por una causa justa.
Juan: -Nosotros decimos: una causa justa en manos bastardas, porque más allá de quién haya estado en el poder, si eran militares o un gobierno de facto, nosotros fuimos por Malvinas, fuimos a luchar porque eran nuestras. Esa es la base que tenemos todos y estamos convencidos de eso. Mas allá de que hayan mandado a un general que no se haya elegido democráticamente, no importa, Malvinas siempre fueron nuestras.
Daniel: -Hubo un tiempo en que estuvo muy difícil diferenciar un soldado combatiente conscripto de Malvinas que estaba muy lejos de un gobierno de facto, dictador, represivo, parecía que éramos lo mismo.
Sergio: -Hubo personas que se encargaron, fue el “período de desmalvinización” que nosotros le llamamos, del 83 al 89, que se encargaron de “desmalvinizar”. Yo estoy orgulloso de haber sido un soldado y de seguir siendo un soldado. No combato con armas pero sí combato con la palabra.
MN: -¿Te diferenciás de esos gobiernos?
Sergio: -Totalmente, porque a mí me costó muchísimo, es más, como él dijo, la vergüenza… Por ahí se sentía como una vergüenza decir que nosotros éramos veteranos, porque decir ex combatiente o veterano de guerra venía ligado, porque hubo personas que se encargaron de decir en la sociedad “puta, estos vagos estuvieron con los represores”. Nosotros no tuvimos nada que ver con la represión, eso nos costó mucho dejar en claro. Nosotros cargamos esa mochila durante muchísimos años hasta que decidimos salir a decir la verdad. Yo tengo muchas esperanzas de que recuperemos las Malvinas, porque el pueblo se merece esto. Más allá de lo que escuchemos o digan los ingleses. Sin ir más lejos, ayer u hoy, los ingleses salieron a decir que si tienen que apuntar misiles para acá… Pará!!! Si saben que nosotros no tenemos ni gomeras ¿quieren hacer otra demostración de fuerzas? Yo soy un convencido de que por esas formas no vamos a lograr nada, primero porque no tenemos fuerzas armadas, segundo porque es una cosa aberrante y es muy triste. Podés hablar con cualquiera de los muchachos y nos ha tocado tener que juntar nuestros propios compañeros. Los años que nos costó dormir, porque nos marcó la vida, por lo que dijimos al principio, por esa preparación tal vez sin ningún apoyo psicológico. Cuando nos dimos cuenta de que teníamos que salir a decir las cosas como eran, porque ya éramos padres también y no le podemos mentir a nuestros hijos, salimos a decir la verdad y por eso pudimos formar los centros y estar entre nosotros, tratar de unirnos, de estar siempre preparados para afrontar ese tipo de cosas.
“LOCOS DE LA GUERRA”
MN: -¿Cómo afrontaron la inserción laboral?
Sergio: -Las compañías del Estado, los entes del Estado, tenían como una obligación de tomarnos. Yo fui empleado, yo gracias a dios pude ser empleado de ENTel por unos amigos, porque a mí cuando me hicieron el examen psicológico, el encefalograma no me coincidía, pero bueno, era por la alteración del momento… Yo gracias a dios pude entrar a trabajar en ENTel, pero muchos compañeros no. Yo he ido a pedir trabajo a muchos lugares y cuando vos tenías que decir si habías hecho el servicio militar, decías que eras un ex combatiente, te daban, qué sé yo, dos chapitas bien finitas para soldar y vos las soldabas con una costura que era impecable y te decían: después te vamos a llamar… Olvídate.
Daniel: -Porque estaba bien instalado el tema del “loquito de la guerra”, entonces quien más absorbió fue el Estado, yo tuve la fortuna de entrar en la policía, ¡Oh, casualidad! yo ingresé y me jubilé sin examen psicológico, o sea que yo podría haber hecho cualquier cosa porque nunca me hicieron el examen psicológico… Pero yo trabajé 26 años en la policía y me jubilé.
Sergio: -Vos no te olvides que en el 75’ terminó la guerra de Vietnam y cualquier ex combatiente de Vietnam agarraba un fusil, porque es fácil, se subía al techo y mataba.
Daniel: -Se conocieron los primeros suicidios de veteranos, entonces eso también acrecentó la idea del loquito.
Sergio: -Si, tuvimos 400 suicidios, muchos.
MN: -¿Todos en una época determinada?
Sergio: -Fueron los primeros años y después se fueron sucediendo, no siempre. Nosotros tenemos la suerte de que acá en Santa Fe no se suicidó nadie, porque formamos centros en diferentes lugares y como que nos estamos conteniendo entre nosotros, o sea si él (Daniel) me ve mal, me va a decir, “che, Sergio vamos al médico”, “vamos a pescar”, “vamos a charlar un rato”.
MN: -¿En Santa Fe no hubo suicidios?
Daniel: -No, aparte los gobiernos de Santa Fe de a poquito siempre fueron dando un poco de contención. Una ley, otra, trabajo, vivienda. Nos está faltando un plan médico/psicológico, un centro psicológico especializado para nosotros. Nadie se prepara para atender veteranos.
MN: -Y nadie se prepara para ser veterano…
Daniel: -Y no. En ningún plan de salud hay asistencia psicológica para veteranos de guerra. Ni prepagas… En la ley sí está previsto pero ¿Cómo hacés? Hay que ir a capacitarse a un país que viva en guerra, como EEUU, a ver cómo tratan a sus veteranos, qué los contiene o cómo solucionar sus problemas, sus secuelas, sus traumas post-traumáticos.
Sergio: -Stress post-traumático. Yo me tuve que operar los dientes por eso, porque se me cariaban las raíces, se me caían. A mí me empezó a afectar después de los 40, ahí me empezó a afectar. Yo hasta los 43 años no tomaba una aspirina y a los 43 años se me reventó una vena del corazón, se me cortó y me hicieron una operación, me arreglaron el corazón y ahí empecé, al tiempo me agarró una peritonitis, me descubrieron diabetes, todo por exceso de stress.
MN: -¿Cuáles son las afecciones más comunes de los veteranos?
Daniel: -Por ejemplo ahora estoy experimentando unos síntomas en la pierna, que cuando me voy a dormir, no puedo dormir porque siento molestia, no es dolor, es molestia que no te deja dormir y te mantiene inquieto… Hace 3 o 4 años que lo tengo, no sabía qué era, y me enteré por Mario que en Rosario hay más gente con lo mismo: es el “pie de trinchera”.
Sergio: -a mí me pasó exactamente lo mismo.
Daniel: -Pie de trinchera, es la secuela que deja el frío. Yo tuve principio de congelamiento de pie, y bueno, primero un sargento, que no era enfermero ni médico, me dijo: “yo voy a hacer algo” y me hizo acostar en el piso, me levanto el pie y me empezó a friccionar los pies, me golpeaba con una varilla y me decía: “en el momento en que te duela, es porque te va a circular la sangre”, porque ahí no estábamos cerca del hospital ni de la enfermería. Estábamos en un pozo tirados en el medio de la nada, ese era nuestro lugar de combate, ahí estábamos. Bueno mis pies se recuperaron, empecé a sentir dolor y empezaron a tomar color. Y bueno, me mandó a la carpa todo el día, me dijo “tapáte, ponéte ropa seca”.
Sergio: -Claro, caía ese granizo, lluvia…
Daniel: -Fueron fácilmente 30 días con los pies mojados, fríos, no había medias secas, era muy difícil. Aparte, no era equipo para zona de frío, yo me imagino que los militares que trabajaban en los regimientos de montaña dentro del país, tenían el equipamiento para el frío. Nosotros llevamos lo que había, lo que era para combatir allá en Formosa lo llevamos para combatir en Malvinas. Era lo que había. Nosotros no preguntamos, no sabíamos, no entendíamos. Le dábamos para adelante nomás. Pero bueno, yo tengo ese problema que dicen que no tiene cura. Son secuelas que no están reconocidas, hoy me decían que no están reconocidas como incapacidad ni el insomnio, ni el pie de trinchera.
Sergio: -Yo tengo un zumbido y cuando logramos que nos atiendan porque bueno, hicimos una presentación, con el psiquiatra nos ponemos a hablar y me dice “vos no dormiste” y es cierto, yo no me acuerdo haber dormido en Malvinas, dormir dormí seguro, pero no me acuerdo, y yo tengo un zumbido pero ya estoy acostumbrado a vivir con él y me dice: “pero usted es músico”, “si”, le digo y me dice “pero ¿cómo, no le molesta para tocar?”, “no”, le digo, porque yo ya estoy tan acostumbrado, yo me acuesto y es como el arrorró, lo siento hasta que me duermo, me despierto y lo sigo escuchando. Y ningún médico me supo decir si se puede curar de alguna forma, no, imposible.
CONTINUAR EN COMBATE
MN: -Desmalvinización en los 80’ y ¿los 90’?
Juan: -En el 90, por iniciativa de un diputado Radical se empezó a tratar sobre una pensión de guerra, que empezamos a recibir más o menos a fines del año 90. A partir de ahí, empezamos una “contra-desmalvinización”, o sea, a decir la verdad públicamente, así como se luchó con valor y garras y todo, también está la otra parte. Nosotros en el 83, 84, 85 pedíamos una contención, una obra social y hacíamos manifestaciones y nos reprimían, nos decían que éramos carapintadas. Después cuando estaba otro gobierno, nos decían que éramos comunistas, siempre nos metían en la bolsa y nos daban de todos lados y tuvimos que revertirlo con la organización, con los centros de ex combatientes, federaciones. Todas organizaciones para movilizarnos y luchar por nuestros derechos, por haber sido combatientes y por ser portadores de la historia. Porque nosotros estuvimos ahí y podemos atestiguar sobre lo que sucedió.
Daniel: -Fueron hasta reprimidos por la policía federal en Plaza de Mayo los veteranos de guerra.
Juan: -Si, nos cagaron a palazos. En el 84 y 85 nos cagaron a palazos, nos tiraban gas vomitivo en Av. De Mayo y 9 de Julio y cuando estábamos tirados en el piso nos mataban a palazos. Y después, cuando estaba De la Rúa, antes que se vaya, tiramos las vallas porque estábamos pidiendo que el 2 de abril sea el día del veterano, tiramos las vallas, éramos 1200.
Sergio: -Fuimos bien, primero, cuando ellos nos empezaron a atacar, nosotros tiramos las vallas.
Juan: -Pero bueno fue una conquista que de ultima se logró, el 2 de abril lo logramos aquella vez, que fue una de las luchas porque siempre se relacionó a Malvinas con el 10 de Junio que es el día de la reafirmación de los derechos, eso es una boludez para nosotros. Para nosotros la fecha, el día, es el 2.
Sergio: -A nosotros, en el 95/96, los medios nos empezaron a abrir las puertas. La tele, los diarios, las radios, las FM, nos invitaban a que vayamos a exponer, a hablar, o sea...
Juan: -Dentro de todo el reconocimiento de la gente siempre estuvo, amén de lo que hayan sido los políticos, los gobiernos, la gente siempre nos recibió como vencedores.
Daniel: -Hoy está instalado el tema, va llegando el 2 de abril y hay programaciones en la televisión pública y canales privados en relación a Malvinas, películas, cortos. El tema está instalado y las cosas cambiaron, aparte se escucha muy seguido en el discurso de la presidenta afuera, o el canciller, adonde van y escuchar a los presidentes de Latinoamérica que apoyan el derecho de los argentinos sobre Malvinas. Todo eso antes no se escuchaba.
Sergio: -Pasa una cosa, a partir de Malvinas hubo un quiebre en Latinoamérica, Malvinas fue un puntapié inicial para que todos los países que estaban bajo dictaduras comiencen a recuperar las democracias. No sé si para bien o para mal, no me interesa, pero yo considero que es la única forma, porque vos tenés que ser libre para poder vivir, expresarte, tenés que ser libre. Eso es lo que se logró a partir de Malvinas. Vos fijate por ejemplo Chile, que fue quien nos jugó en contra mal a nosotros, al año y medio-dos recuperaron la democracia, Uruguay, fueron países que fueron recuperando la democracia a partir de esta gesta. Argentina siempre está metida en la historia de Latinoamérica por diferentes razones y voy a nombrar dos: San Martin y El Che. Argentina siempre estuvo metida, tratando de hacer una buena Latinoamérica.
MN: -¿Cómo vivieron el proceso de venta del país?
Sergio: -Yo lo sufrí en carne propia porque para mí Entel no fue sólo un trabajo, ENTel me mostró una familia que te enseñaba a trabajar, te enseñaba a compartir, te enseñaba a manejarte dentro de la camaradería, y cuando se vende Entel yo sufrí muchísimo. Amigos míos que trabajaban en otras empresas como YPF, cuando cierran la junta general de granos, mi papá era empleado y cierran el puerto. A mí eso me afectó mucho porque quedaron muchísimos muchachos sin trabajo, porque había algunos que tenían más de 50 años y no podían subir postes y los que podíamos, los llevábamos con nosotros y hacíamos cuadrilla pero para la empresa privada no se justificaba que a mí me den para arreglar un teléfono y vayan 2 personas, porque podía hacerlo solo, y les daban el retiro voluntario y así se fue degradando y perdiendo también la cultura del trabajo. Y gracias a todas esas ventas de las empresas ENTel, YPF, los ferrocarriles, acá hay muchachos que eran empleados del ferrocarril.
MN: - Ustedes fueron a defender la soberanía del país…
Sergio: -¡Claro!, porque soberanía muchos creen que es el límite territorial, ¡No!, la soberanía es el trabajo, la educación, que el padre o la madre festejen la dignidad de decir: “esto que está servido en la mesa es fruto de nuestro esfuerzo”. Eso es lo que se fue perdiendo en el país.
Daniel: -Mi padre se quitó la vida por no tener trabajo en el 2004, a los 67 años creía que era un hombre inútil, por no conseguir y él quería trabajar. Se sintió un inútil por tener que andar haciendo gestiones para conseguir una pensión.
Sergio: -Es difícil el tema, yo lo vengo diciendo hace mucho tiempo, a nosotros nos defenestraron. Fíjate que la mayoría de los lugares donde los chicos van a jugar que hoy se llaman peloteros, fueron talleres que producían para el país.
Daniel: -Estamos adentro de un espacio que perteneció al ferrocarril. La Redonda era un taller de locomotoras.
Sergio: -Acá en Santa Fe se armaban los trenes para todo el país.
MN: - ¿Qué piensan de la idea de soberanía con respecto a lo que pasó con la Fragata Libertad y la AMIA?
Sergio: -La Fragata y los demás buques son parte del desmembramiento de las fuerzas, así como todos los regimientos, el servicio militar también. El servicio militar servía pero no servía, había cosas que eran muy importantes, tal vez algunas personas no sabían cómo dirigirlas, pero el servicio militar servía. Yo más allá de Malvinas, del soldado Carrasco, mas allá de muchas cosas, vos hablás con personas más grandes que nosotros…
Daniel: -Si hoy hacés una encuesta yo creo que más del 50% pide que vuelva el servicio militar.
Sergio: -Sacar el servicio militar fue una propuesta política de los 90. Yo no estudiaba, yo con el ejército aprendí muchas cosas, aprendí a andar, aprendí a cuidarme, aprendí a valorar el pedacito de pan, aprendí a saber de dónde salen las cosas. Antes no era nada, es decir, yo sabía de dónde salía porque yo laburaba, pero no sabía cómo era cuidarla por ese lado. El caso de la AMIA también fue un problema político y de personas puntuales.
MN: -¿Qué piensan de que se juzgue afuera?
Sergio: -No, fue acá y hay que juzgarlos acá. Vos hiciste problema en tu casa, te la tenés que aguantar en tu casa. No, porque yo te voy a juzgar en otro lado donde seguramente vos tenés un amigo que te va a decir esto o hace esto.
Daniel: -Se debería hacer justicia aquí. Ustedes me nombran AMIA pero yo podría nombrarles AMIA, EMBAJADA, FABRICA MILITAR DE RIO TERCERO. Y un montón de cosas más. CROMAÑÓN, LA TABLADA.
Sergio: -Vos decís la TABLADA, los carapintadas, yo no los defiendo pero los tipos tenían un ideal súper marcado. ¿Me entendés? Todos lo que estaban en contra de que no se defenestre al ejército están presos, se tuvieron que ir de las fuerzas. Fue lo mismo que me pasó a mí, yo trabajaba en Telecom pero cuando Telecom me pudo pegar, me pegó, porque yo nunca estuve de acuerdo con que se regalara la empresa, nunca jamás. Siempre con la verdad, así crío a mis hijas, porque el hombre subyugado no merece vivir, el pecho a la adversidad.
Daniel: -El Coronel Seineldin, un verdadero hombre, humillado, maltratado y siguió y murió con su pensamiento, nacionalista, apartidario, argentino.
MN: -¿Qué consideran que nunca se tuvo en cuenta en la agenda política y que incluirían?
Sergio: -Lo que nosotros tenemos como anhelo es que se trabaje más en el asunto, nosotros apuntamos en la parte política, nosotros apuntamos mucho a lo que nos podría llegar a ayudar de Europa o Estados Unidos, y no nos damos cuenta por ejemplo que China es uno de los países que más nos ayuda y más nos apoya en el tema de la soberanía sobre las islas. Eso muy poca gente lo sabe, China está siempre a favor de nosotros, es más, ha presentado proyectos y todo. Y bueno, eso sería una de las tantas cosas, y lo demás que se instaure en la educación de todo lo que es Malvinas, que se hable de todo lo que es la isla en sí, con toda su riqueza, que no se hable solamente lo que fue el conflicto, de lo que se quiere hacer, no, no, que se hable de la riqueza, de por qué nosotros deberíamos poner un poco más de énfasis a la negociación. En cualquier momento ellos vienen por más, o sea, Estados Unidos ya se nos metió en la triple frontera, justamente hicieron una base en el medio del acuífero Guaraní, ellos vienen por nuestra agua. El agua que nosotros tenemos, dentro de unos años va a ser el petróleo de hoy, va a haber guerras por el agua. Ellos se encargaron de fumarse el mundo durante 50-60 años, como ya no tienen riquezas, no tienen más tierras buenas, por eso vienen a destruir nuestras tierras con la soja y bueno, se van a quedar con nuestra agua también. Los imperios nunca fueron buenos, pueden durar toda una vida pero… Hacen desastres. Latinoamérica nunca estuvo en contra, el único problema que nosotros siempre tuvimos fue Chile y en algún momento Paraguay también, pero Latinoamérica casi toda siempre nos apoyó, casi siempre nos ayudó. Lo que fue Perú y Uruguay nos ayudaron muchísimo, durante la guerra y luego.
DECIR PRESENTE
MN: -¿Cuándo empezaron con el Centro?
Sergio: -Nosotros empezamos en el 84.
MN: -En el periodo de “desmalvinización” que nos contaban…
Sergio: -Exacto. Nos empezamos a juntar de a poco, a ver cómo estaba uno, qué hacía el otro, en qué trabajábamos, a ver las necesidades que teníamos. Y de ahí fuimos evolucionando: primero éramos 4 o 5, después éramos 3, después éramos 10, después éramos 4 y se fue armando, hasta que se formó el centro que tenemos hoy. Llevó muchos años, de conocernos entre nosotros, de poder formarnos porque todos teníamos nuestra idea, por ejemplo, el centro nuestro también tiene como socios a suboficiales, no es sólo de soldados conscriptos, todos somos veteranos, todos estuvimos en distintas posiciones pero todos veteranos, no hay ninguno infiltrado, no hay nadie que no haya estado en el conflicto. Pero si nosotros tomamos como socios a oficiales y suboficiales que en otras provincias no los toman, nosotros logramos saber que también fueron seres humanos y hombres jóvenes algunos en el momento de que tenían que ir a cumplir con su deber.
MN: - Ellos a diferencia de ustedes siguieron la carrera militar.
Sergio: -Claro, pero se retiraron al poco tiempo, la mayoría al tiempo se retiró, o sea, llegaron a ciertos cargos, algunos llegaron al cargo de principal o suboficial mayor y se retiraron, otros llegaron al cargo de capitán y se retiraron.
MN: -El cambio que tuvo el centro es increíble, en estos últimos años avanzaron mucho.
Sergio: -Lo que pasa es que ya nos agarró organizados. Tuvimos la suerte de acceder a un sueldo y decidimos en una soberana reunión de decir bueno, este dinero lo destinamos al centro y gracias a dios nuestro tesorero siempre tuvo una muy buena visión de cómo repartir el dinero y con una rifa también se recaudó.
MN: -¿Se manejan por asamblea?
Sergio: -siempre siempre.
MN: -¿El lugar cómo lo consiguieron?
Sergio: -Ese lugar nos lo dio un intendente, Álvarez de apellido. Nosotros habíamos estado trabajando en todas las inundaciones y habíamos estado trabajando en la zona de Cayastá, toda la zona de la costa y bueno, este hombre vio que nosotros estábamos bien organizados y siempre le estábamos diciendo que necesitábamos un lugar. Esos lugares estaban todos usurpados por gente que estaba viviendo ahí y eran galpones del ferrocarril. Nos dijo: “muchachos vengan que les vamos a mostrar algo”. Nos mostraron eso y vimos, era una desgracia, un desastre como estaba eso, todo destruido, “¿Quieren agarrarlo?” Nos miramos y nos dijo: “acá hay que laburar, ¡eh!” Y bueno, listo. Así que agarramos, nos dieron un comodato y empezamos. Para decirte, se llegaron a sacar de entrada nomás 5 contenedores de mugre… Está en comodato, es nuestro. En realidad estamos viendo porque eso es del estado Nacional y se está negociando. Está avalado por la nación, todo, está firmado por la gente del ferro. Está legal, legal. Nosotros lo tenemos en comodato ya de por vida. Llamamos a un arquitecto, porque no podés salirte de lo que ya está armado. Así que todo lo que nosotros hicimos, la fachada le hicimos lo mismo y otro lo trabajamos de adentro como decía la norma, con el tipo de ladrillo, que nos salió carísimo, porque no es un ladrillo normal. Ahora estamos armando para el salón nuestro ponerle piso, poner aires.
MN: -Eso lo fueron arreglando ustedes.
Sergio: -Todo con plata nuestra. La plazoleta esa que es nuestra, cuando la hicimos en ese momento nos salió treinta mil pesos y ahí tenés, casi toda la mano de obra es nuestra, todas las luces que ves las hice yo. Me acuerdo que estaba de intendente Barletta y vino cuando inauguramos la plazoleta porque habíamos colgado el avión y todo eso, todo eso es nuestro también, el avión lo fuimos a buscar nosotros también, nosotros le pagamos al camión, nosotros le pagamos al chofer. Lo único que nos ayudaron muchísimo fueron los muchachos de la EPE que nos prestaron las grúas para poder subir el avión, la verdad que se portaron bárbaro. Pero después todos los hierros están soldados por nosotros, todo dirigido por un arquitecto que también lo pagamos nosotros. En ese momento Barletta dijo que iba a hacer no se qué cosa, la cuestión es que se nos venía el momento y nos juntamos una noche y dijimos, tenemos que llamar al trompo que nos tire el hormigón que necesitamos porque, si no, si seguimos esperando, nos va a agarrar la noche, así que así fue. Y eso la verdad, me parece que nunca nos dio la plata que nos tenía que pagar de los trompos de hormigón que... no es nada. La idea nuestra era rendirle homenaje a nuestros caídos y no escatimamos en gastos, o sea, era una cuestión de honor.
MN: -¿Hacen actividades dentro del centro para afuera, o el lugar se usa sólo como centro?
Sergio: -Nosotros lo usamos como centro, estamos haciendo un museo, hay actividades por ejemplo para la tercera edad, tenemos talleres para la gente del PAMI, tenemos escuela de arquería, de futbol 5, vóley, se usa.
MN: -¿Es como una cooperadora o sólo lo sostienen los veteranos?
Sergio: -No, porque nosotros no es que subalquilamos, les damos el lugar a la persona, le cobramos algo para la luz, para el muchacho que hace el mantenimiento y nada más, la idea nuestra es que tenga vida el centro y que la gente nos conozca, que venga. Nosotros tratamos de abrirnos a la sociedad y que puedan ocupar y usufructuar esto porque es un lugar muy amplio y muy bien cuidado, la verdad, el centro está muy bien cuidado.
MN: -¿Tienen alguna forma en especial de vincularse con la sociedad para contar su historia?
Sergio: -Somos un grupo de muchachos que siempre salimos a dar charlas a las escuelas, y lo que yo te decía hoy, que nosotros queremos que se den charlas durante todo el año, que no sea sólo el 2 de abril. Nosotros no somos docentes ni somos políticos, pero sí somos quienes les vamos a contar la verdad, eso es el quid de la cuestión. Nosotros somos quienes les vamos a decir qué es realmente lo que pasó. Que los chicos no se críen como se criaron otros chicos en la nebulosa, sin saber realmente qué pasó. Una de las ideas nuestras es esa. Viene a ser una militancia que tenemos los veteranos en nuestro centro.Haz clic aquí para modificar.