“LA BATALLA DE LA MEMORIA ESTÁ GANADA”
Jorge Negro Castro nos informa sobre el estado actual de la causa.
La causa está ya en la etapa final, de sentencia, (o sea, bajo el juez de sentencia) aunque faltan los alegatos. Se hizo una serie de audiencias en base a testigos que presentaron todas las partes: nosotros, como actores civiles, las tres defensas, más la Provincia y la Municipalidad. O sea, Frati, Berli y Álvarez para la Municipalidad de Santa Fe y el gobierno provincial, que son los que abarca la causa penal.
Por primera vez hay en la causa dos fiscales, que son Mariela Jiménez y Jorge Andrés, debido a las demoras continuas que tuvo la causa por diversas circunstancias que no fueron claras. La impunidad se asentó sobre el sistema penal y judicial de la provincia de Santa Fe, que cuenta con Código vetusto y en la cual los jueces que han pasado por la causa hicieron y deshicieron a voluntad. Esto es muy importante porque más allá de que vos presentes, luches, todo, tenés límites, porque no sos querellante (como sería ser parte en la justicia federal). La figura del actor civil es una figura más restringida.
Pero así y todo llegamos a esta etapa, en la cual nosotros tuvimos como táctica, digamos, introducir aquellos elementos y testigos que consideramos responsables de la causa. Este es el caso de Mercier, de Jorge Obeid y de Carlos Alberto Reutemann, a los cuales tuvimos que meter como testigos porque no los convocaron ni iban a convocar de ninguna de las otras partes.
¿Qué es lo que esto puede dejar? Depende de la actitud del juez, de los dos fiscales y de si se reúnen elementos suficientes para implicarlos. De ser así, Mercier, Reutemann y Obeid no quedarían dentro de esta causa pero tendrían, si surge la implicancia, que dar cuenta en la etapa de instrucción de una causa agregada a esta.
Con respecto a los tres directamente implicados, o sea, Berli, Frati y Álvarez, en la cantidad de testigos que ha habido al momento (ingenieros hídricos, personal, ministros, gobernadores -falta la declaración de Reutemann pero Obeid y Mercier ya declararon), lo que se observa son dos actitudes totalmente diferentes. Una, el caso de juez Gustavo Urdiales al que notamos muy presionado por la Corte Suprema de Justicia porque ya tiene nombramiento de fiscal. Esto quiere decir que es un juez subrogante y, poco a poco, va mostrando las uñas en el sentido de que si bien no desvirtúa, no profundiza ni deja profundizar las implicancias de todo aquello que involucra a Reutemann.
¿Por qué te digo que el Código es vetusto? Porque todos los testimonios presentados por las partes, se presentaron en sobres cerrados y, las preguntas, sin conocerse. Nosotros tenemos sospechas muy claras de que Mercier vio las preguntas antes, porque fue totalmente preparado y el juez tuvo una actitud totalmente complaciente hacia él. Y, como si eso fuese poco, la Corte Suprema de Justicia mandó un ordenanza a que lo condujera desde la puerta de tribunales hasta la sala de audiencias…O sea, no es un ciudadano común.
Amén de eso, el balance que se puede hacer de todas las declaraciones es muy positivo. ¿De qué servirá? Bueno, eso depende del otro juez. Creemos que los fiscales fueron totalmente diferentes a los que actuaron previamente en la causa (que tuvieron una actitud contraria a su función, o sea, no investigaron, no aportaron pruebas y eso es patente en la causa). Acá, para la justicia es lo mismo el que labura o el que te afana, que esta fuera de la ley. En definitiva, no hay vara de la justicia: la justicia está fuera de todo. Eso pasa a nivel nacional, provincial y municipal: una de las patas del Estado –el poder judicial- consolida la impunidad en todos los órdenes. No hay que escandalizarse sólo por la causa inundación y no hay que centrarse sólo en que el Poder es retrógrado. El poder judicial responde a lo que nunca se somete al escrutinio público, que es el poder económico y el poder político que están por detrás del Estado. En ese sentido es una lucha muy desigual pero hay que darla. No sólo para los inundados, sino para que el pueblo santafesino tenga transparencia y se pueda luchar por justicia y verdad.
La batalla de la memoria está ganada, esa es la realidad. Pero la memoria va y viene, no es una cosa estática, inmóvil. Puede decirse que vamos a ver en las elecciones si la gente sigue teniendo el mismo margen de memoria. Porque en las elecciones se da una instancia de mercancía digamos, “Yo te voto a cambio de esto” y a eso estamos acostumbrados todos los sectores más humildes. No sólo en Santa Fe, sino en todas las provincias, existe un chantaje de los partidos políticos y de los políticos tradicionales: vuelcan toda su campaña al juego mediático y no a proyectos o programas discutidos con el pueblo y de esa forma te ganan diez a uno, por la prensa. Obeid se hace un lavado de cara: fue menemista, fue conservador con respecto a los Kirchner y ahora es Kirchnerista, entonces toda esta instancia de presentarse a elecciones demuestra que los delincuentes tienen chapa de impunidad.
Lo que sí es real es que las causas de por qué se inundó Santa Fe están totalmente esclarecidas y eso le va a hacer más difícil al juez sacar la absolución de los tres imputados. Creemos que si llega a hacer eso va a dejar abierta una instancia difícil de remontar para la justicia de Santa Fe, porque está más que claro el por qué se inundó la ciudad. Más allá de que las cámaras y la corte suprema de justicia de Santa Fe puedan reafirmar la impunidad de los acusados, quedaría instaurada una mancha total de petróleo sobre todos.
En ese sentido hay que saber distinguir. Pese a las dificultades que ha tenido la causa, por primera vez tiene dos fiscales que actúan. Sin embargo el juez, hasta ahora, no nos da garantías de ser imparcial, creemos que ya hay una instancia de poder por detrás de él y que es presionable y esto se da, desgraciadamente se da, en un marco en el que no hay participación popular. En este sentido, al haber pasado ya tanto tiempo, el reclamo público a la justicia se ejerce hoy por otros problemas.
Jorge Negro Castro nos informa sobre el estado actual de la causa.
La causa está ya en la etapa final, de sentencia, (o sea, bajo el juez de sentencia) aunque faltan los alegatos. Se hizo una serie de audiencias en base a testigos que presentaron todas las partes: nosotros, como actores civiles, las tres defensas, más la Provincia y la Municipalidad. O sea, Frati, Berli y Álvarez para la Municipalidad de Santa Fe y el gobierno provincial, que son los que abarca la causa penal.
Por primera vez hay en la causa dos fiscales, que son Mariela Jiménez y Jorge Andrés, debido a las demoras continuas que tuvo la causa por diversas circunstancias que no fueron claras. La impunidad se asentó sobre el sistema penal y judicial de la provincia de Santa Fe, que cuenta con Código vetusto y en la cual los jueces que han pasado por la causa hicieron y deshicieron a voluntad. Esto es muy importante porque más allá de que vos presentes, luches, todo, tenés límites, porque no sos querellante (como sería ser parte en la justicia federal). La figura del actor civil es una figura más restringida.
Pero así y todo llegamos a esta etapa, en la cual nosotros tuvimos como táctica, digamos, introducir aquellos elementos y testigos que consideramos responsables de la causa. Este es el caso de Mercier, de Jorge Obeid y de Carlos Alberto Reutemann, a los cuales tuvimos que meter como testigos porque no los convocaron ni iban a convocar de ninguna de las otras partes.
¿Qué es lo que esto puede dejar? Depende de la actitud del juez, de los dos fiscales y de si se reúnen elementos suficientes para implicarlos. De ser así, Mercier, Reutemann y Obeid no quedarían dentro de esta causa pero tendrían, si surge la implicancia, que dar cuenta en la etapa de instrucción de una causa agregada a esta.
Con respecto a los tres directamente implicados, o sea, Berli, Frati y Álvarez, en la cantidad de testigos que ha habido al momento (ingenieros hídricos, personal, ministros, gobernadores -falta la declaración de Reutemann pero Obeid y Mercier ya declararon), lo que se observa son dos actitudes totalmente diferentes. Una, el caso de juez Gustavo Urdiales al que notamos muy presionado por la Corte Suprema de Justicia porque ya tiene nombramiento de fiscal. Esto quiere decir que es un juez subrogante y, poco a poco, va mostrando las uñas en el sentido de que si bien no desvirtúa, no profundiza ni deja profundizar las implicancias de todo aquello que involucra a Reutemann.
¿Por qué te digo que el Código es vetusto? Porque todos los testimonios presentados por las partes, se presentaron en sobres cerrados y, las preguntas, sin conocerse. Nosotros tenemos sospechas muy claras de que Mercier vio las preguntas antes, porque fue totalmente preparado y el juez tuvo una actitud totalmente complaciente hacia él. Y, como si eso fuese poco, la Corte Suprema de Justicia mandó un ordenanza a que lo condujera desde la puerta de tribunales hasta la sala de audiencias…O sea, no es un ciudadano común.
Amén de eso, el balance que se puede hacer de todas las declaraciones es muy positivo. ¿De qué servirá? Bueno, eso depende del otro juez. Creemos que los fiscales fueron totalmente diferentes a los que actuaron previamente en la causa (que tuvieron una actitud contraria a su función, o sea, no investigaron, no aportaron pruebas y eso es patente en la causa). Acá, para la justicia es lo mismo el que labura o el que te afana, que esta fuera de la ley. En definitiva, no hay vara de la justicia: la justicia está fuera de todo. Eso pasa a nivel nacional, provincial y municipal: una de las patas del Estado –el poder judicial- consolida la impunidad en todos los órdenes. No hay que escandalizarse sólo por la causa inundación y no hay que centrarse sólo en que el Poder es retrógrado. El poder judicial responde a lo que nunca se somete al escrutinio público, que es el poder económico y el poder político que están por detrás del Estado. En ese sentido es una lucha muy desigual pero hay que darla. No sólo para los inundados, sino para que el pueblo santafesino tenga transparencia y se pueda luchar por justicia y verdad.
La batalla de la memoria está ganada, esa es la realidad. Pero la memoria va y viene, no es una cosa estática, inmóvil. Puede decirse que vamos a ver en las elecciones si la gente sigue teniendo el mismo margen de memoria. Porque en las elecciones se da una instancia de mercancía digamos, “Yo te voto a cambio de esto” y a eso estamos acostumbrados todos los sectores más humildes. No sólo en Santa Fe, sino en todas las provincias, existe un chantaje de los partidos políticos y de los políticos tradicionales: vuelcan toda su campaña al juego mediático y no a proyectos o programas discutidos con el pueblo y de esa forma te ganan diez a uno, por la prensa. Obeid se hace un lavado de cara: fue menemista, fue conservador con respecto a los Kirchner y ahora es Kirchnerista, entonces toda esta instancia de presentarse a elecciones demuestra que los delincuentes tienen chapa de impunidad.
Lo que sí es real es que las causas de por qué se inundó Santa Fe están totalmente esclarecidas y eso le va a hacer más difícil al juez sacar la absolución de los tres imputados. Creemos que si llega a hacer eso va a dejar abierta una instancia difícil de remontar para la justicia de Santa Fe, porque está más que claro el por qué se inundó la ciudad. Más allá de que las cámaras y la corte suprema de justicia de Santa Fe puedan reafirmar la impunidad de los acusados, quedaría instaurada una mancha total de petróleo sobre todos.
En ese sentido hay que saber distinguir. Pese a las dificultades que ha tenido la causa, por primera vez tiene dos fiscales que actúan. Sin embargo el juez, hasta ahora, no nos da garantías de ser imparcial, creemos que ya hay una instancia de poder por detrás de él y que es presionable y esto se da, desgraciadamente se da, en un marco en el que no hay participación popular. En este sentido, al haber pasado ya tanto tiempo, el reclamo público a la justicia se ejerce hoy por otros problemas.